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viernes, 17 de junio de 2011

Tercera Bicicletada: La Rosaleda del Parque del Oeste

El día muy caluroso; la afluencia de niños, niñas, padres y madres, estupenda; el carril de la Dehesa, la GR124 (una gran ruta marcada de rojo y blanco) con su camino-tobogán entre pinos, luego las cacas de caballos, los miles de coches ruidosos a nuestra derecha y, al llegar al Puente de los Franceses, el suelo lleno de moras espachurradas. A algunos les costó mucho trabajo la subida al Paseo de Camoens, donde estaban los patinadores y la hermosa fuente. Dado que era tarde, no pudimos ir al Templo de Debod, como habíamos pensado, así que bajamos a la Rosaleda, donde esperamos a los que venían a pie, luego comimos y muchos aprovecharon para bajar la cuesta a toda velocidad, hasta que hubo un niño volador no autorizado con aterrizaje forzoso sobre su tripa y decidimos tranquilizarnos. Entramos a la Rosaleda y nos achicharramos porque era la peor hora del mundo para visitarla, el guardia nos recordó que no era un parque, sino un jardín, y que allí no había que armar escándalo con carreras y guerras de agua. Rosas de China, Dinamarca, Italia, Alemania, EE.UU., Francia... Rosas rojas, amarillas, blancas, rosas, naranjas... y ciclistas que se vuelven primero por el carril bici de la Complutense, y después atacan la cuesta cuestorra del de la Dehesa de la Villa. 
Un día bonito en el que nos divertimos y en el que quedó en el tintero saludar a Amón e Isis. Hay que intentar salir antes del cole y no traer la bici escacharrada, que si no salimos a las mil y mil. Gracias a todos y todas por participar, por ocupar un solo carril, por ir en paralelo con tu pareja y por demostrar que Madrid en bici no solo es posible, sino muy recomendable.
Ya pondremos las fotitos en cuanto hayamos hecho una buena selección. ¡Paciencia!