Dice el refrán que más vale tarde que nunca. Así sea, pues, con esta entrada, dado que nos pilló el verano en medio y no nos dio tiempo a hacerla en su momento. He aquí la crónica de una bicicletada no muy multitudinaria pero deliciosa.
Paseíto tranquilo desde el Zuloaga hasta el Parque Norte -frente a los cuatro colosos de la Castellana- donde pudimos jugar, comer, charlar y disfrutar del fin de curso en condiciones: con nuestras bicis.
Despedida de algunos de nuestros compañeros, snif, que se marchaban al instituto o a otro cole y convivencia plena en el preámbulo de ese achicharrante veraneo que hemos vivido.
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Y, por si no lo haces, te dejamos esta muestra...