Un año más, hemos cerrado el curso yéndonos a la Dehesa de la Villa a hacer un Bicipícnic como es debido, o sea: con calor, bocatas, césped y persecuciones con globos y pistolas de agua.
Al salir del cole, a la una, y tras una leve pedaleada por el paseo central de la Dehesa (con parada obligatoria en la Fuente de la Tomasa), subimos a la habitual zona de pícnic, junto al carril bici, donde pudimos comer y luego, dado el intenso calor, refrescarnos con el agua de la fuente que compartíamos con niños de otro cole.
A la vuelta atravesamos las atracciones que estaban montándose para las fiestas, lo cual llenó de alegría a los bicibuseros, que prometieron ir esa misma noche a disfrutar de ellas...
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