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viernes, 11 de diciembre de 2020

BICIBÚS: El Cerro de los Locos, 11-12-20

 A lo largo de los años que llevamos con el proyecto biciclético, a veces, (por suerte, pocas), algunos conductores -o incluso peatones- me han llamado loco. ¿El motivo? Evidente: llevar a los niños en bici por la calzada. Yo les entiendo, sé que suscita, para el que lo ve en un momento, desde fuera, cierto temor. Su visión cambiaría si fuese pedaleando con nosotros y viera qué bien circulamos, cómo todos nos respetamos, el modo en que el resto de conductores aminoran su velocidad, tienen cuidado al pasarnos. Cómo muchos nos animan, nos saludan. 

En cualquier caso, en tiempos en que se están desarrollando, debido a la pandemia, actitudes que también tienen algo de "locura", decidimos ir, en uno de nuestros bicibuses, al "Cerro de los locos", en la Dehesa de la Villa. Un lugar que hay que conocer, un espacio creado por los vecinos del barrio para el disfrute de la naturaleza, el deporte y el encuentro social. Cuna de ecologistas, como nosotros.


La cosa empezó bien




Pero, al final, nos volvimos locos

De remate


¡Desde 1931!



Fotos de los deportes que allí se hacían. ¡Y en calzoncillos! (Por todo esto les llamaban locos...)






sábado, 21 de noviembre de 2020

CICLOVIERNES: Otra manera de disfrutar de la bicicleta

Se inicia (no hay mal que por bien no venga) una nueva etapa en nuestras vidas como participantes del proyecto "Con bici al Zuloaga", y ésta consiste en que algunas familias están empezando a relacionarse, a través de la bicicleta, fuera del horario escolar. 

Hay varios motivos para ello: la amistad que la convivencia en el cole propicia, claro, pero también el hecho de que, en los tiempos que corren, las actividades escolares (en este caso, relacionadas con nuestro proyecto) se han visto mermadas y hay ganitas de hacer más cosas en bici.

Es maravilloso -lo mejor que nos podía ocurrir- ver que, al margen de nuestras iniciativas escolares, el proyecto impulsa otras, porque con ellas se demuestra que la semilla plantada en el Zuloaga va germinando y desarrollándose en otros lugares y momentos. 

Enhorabuena a estas familias y muchas gracias por compartir las fotos de esas excursiones que, a lomos de vuestras bicis, os regaláis para seguir disfrutando de este magnífico medio de transporte silencioso, saludable, no contaminante y, como se puede ver, generador de amistad.












DONACIONES: Fátima

El Zuloaga no deja de recibir donaciones, tantas que no nos da la vida a registrarlas en este blog correctamente.

¿Y por qué será que nos donan tantas bicis? Porque a los pezqueñines les crecen las patitas una barbaridad y sus bicicletas se les quedan chiquininas. Entonces, cuando tu bici ya no te sirve, lo más bonito, y solidario, es donarla para que otros puedan disfrutarla del modo en que tú lo hiciste, ¿verdad?

Hoy os traemos la encuesta que le hemos hecho a Fátima, del curso de  5º A.

 

 ¿Tiene nombre tu bicicleta?

La verdad es que mi bicicleta no tiene nombre, siempre que salía a pedalear con ella la llamaba por su nombre común.

 

¿Desde cuándo la tienes?

La bicicleta que estoy donando era de mi hermano desde los 7 años y yo la empecé a usar también a los 7. Así que lleva 10 años con mi familia.

 

 Cuéntanos una anécdota graciosa que hayas vivido con ella

Al principio me era imposible frenar, por más que oía: “¡Pero, Fátima, frena, frena! ¡Aprieta los frenos!” No los encontraba y frenaba  tirándome en marcha, igual que cuando tenía que girar, no sé por qué pero yo seguía recto y más recto y sólo giraba cuando estaba a punto de estamparme con algo.

Siempre tenía a mi padre corriendo detrás de mí y alguna vez, para que no me cayese, se cayó él...

 

 ¿Dónde solías montar con ella?

En el carril bici del lugar donde veraneo.  Como ahora tengo otra más  grande, me aventuro por la carretera, con mi padre.

 

La estás donando al Zuloaga, ¿qué te gustaría que tu bici viviera en el cole?

Yo quisiera que mi bicicleta viviera todo lo que yo he vivido: los buenos momentos, los malos, los de aprendizaje, los de tristeza…Pero mil veces mejor,  y sobre todo, que la gente que la use sea muy feliz.


¡Muchas gracias, Fátima! Seguro que tus deseos se convierten en realidad...



Bicibuses burbuja: cogiendo ritmo

Como ya comentábamos en la entrada anterior, los bicibuses covideados empiezan a regularse. ¿Cómo lo estamos haciendo? Dado que en el Zuloaga el bicibús se ofrece a niños de 4º a 6º, hemos empezado por los cursos de 5º, pues tienen una gran experiencia en ello (a los de 4º, por ser su primer año, hemos de incorporarles poco a poco...) De tal manera que cada viernes pedalea una clase: 5ºA, 5ºB, 6ºA, etc. 

El número de participantes es muy dispar, y se hacen evidentes las diferentes respuestas de cada clase al proyecto. Así como antes un único grupo estaba compuesto por niños y niñas de todos los cursos, y formaban una hermosa masa heterogénea, ahora se da la circunstancia de que hay clases donde hay muy pocos interesados, pero eso, lejos de entristecernos, nos estimula a hacer cosas nuevas con ellos, y no tan nuevas... Por ejemplo: ayer pedaleamos con tan solo 2 niños y una niña. 3 bicibuseros... ¿Se trataba, entonces, de ir a buscarles a su casa y venir al colegio, sin más, replicando lo que hacíamos antes (cuando había que recoger, por ejemplo, a 25 niños)? Evidentemente, no, pues lo hubiésemos concluido en 15 minutos. Esta situación me retrotrajo a los comienzos de nuestro proyecto, cuando apenas se apuntaban un puñado muy reducido de chavales (¡llegamos a hacer un bicibús con una niña!), pues estábamos empezando y aún no había hábito ni confianza. ¿Qué hacíamos entonces? Aprovechar el pedaleo para ir a visitar parques del barrio y que jugasen un ratito antes de entrar al aula. Se lo pasaban en grande, iban estructurando espacialmente su barrio y conociéndolo más y mejor. Pues eso es lo que hicimos ayer y lo que vamos a hacer mientras dure esta extraña situación: retomar esa dinámica. Con estos tres amiguitos visitamos nuestra querida y próxima Dehesa de la Villa. Y les gustó. Y nos gustó.






Recuperándonos, reconstruyéndonos

Han sido meses muy difíciles. El mundo pareció echar el freno (tanto el delantero, como el trasero) pero, aún así, salimos por las orejas, disparados por encima del manillar y nos estrellamos contra el suelo. Allí quedamos, quietecitos, expectantes, varios meses, preguntándonos qué iba a suceder. Desde todas las instituciones se propiciaba, y exigía, la parálisis. Detenidos. Esperando...

Cuando las clases retomaron un ritmo similar -solo similar, no nos engañemos- al habitual y se vio que todo iba, poco a poco, rodando de nuevo, nuestro proyecto también asomó tímidamente sus piñones y propuso una fórmula distinta para retomar nuestros bicibuses como vanguardia del resto de acciones bicicléticas que queremos recuperar.

Si ahora todo se configura dentro del espectro (con todas sus connotaciones) del burbujismo, del no contacto y del encorsetamiento social, decidimos amoldarnos a ese incómodo traje para hacer lo mismo con los bicibuses: "Bicibuses burbuja", compuestos exclusivamente por niños de una clase. Alumnos que van a pasarse juntos cinco horas en el colegio, segregados de los demás, ¿por qué no iban a poder pedalear también juntos una hora antes de entrar al aula?

El equipo directivo dio el visto bueno y nos lanzamos a la experiencia, que está resultando satisfactoria pues tras ella no se ha producido, entre los participantes, contagio alguno. En el exterior, con mascarilla, sería bastante improbable (¿imposible?) que así fuera.

Nuestros bicibuses burbuja ya empiezan a dar alegría y satisfacciones, color y calor, una vez más -como siempre hicieron-, a nuestro colegio.

Celebración del primer bicibús con 5ºA
Primer bicibús del curso, el de 5ºA: 6-11-20


viernes, 16 de octubre de 2020

CICLOFAMILIAS: Un paseo por una Vía Verde

Y es que, aunque no se conozcan mucho, hay infinidad de Vías Verdes en España que poder disfrutar en familia. Pedaleos tranquilos, de diferentes kilometrajes y paisajes. Altamente recomendable.




jueves, 15 de octubre de 2020

CICLOFAMILIAS: Un paseo por Riaza

Nuestro proyecto no triunfa sólo porque en el Zuloaga tengamos muchas bicis y hagamos bicibuses. Triunfa, también, porque hay un elevado número de familias que no necesita que organicemos nosotros nada de bicis, que ya se encargan ellas de hacerlo. Y de disfrutarlo. 😁

Como muestra, este relato de Bárbara:

Retomé la bicicleta después de casi 1 año sin moverme con ella. Ya había perdido la costumbre....  Por eso nos decidimos a ir a pedalear a Riaza, un pueblo de Segovia que está en la cara norte del Sistema Central. Los abuelos de Gabriela y Jorge tienen allí una casita y, desde pequeños, pasan mucho tiempo, cuando acaba el curso, en ese lugar. De ahí la elección.


Este verano yo trabajaba unos días en Madrid y otros en Riaza, así que mi bicicleta se ha hecho muchos kilómetros dentro del coche. En Riaza, para el ocio, pero en Madrid la utilizaba también para ir a trabajar.

Las fotos que os voy a enseñar son de un camino que la gente de Riaza llama "La M40". Hay otro más corto conocido como "La M30". Hay mucho madrileño veraneando allí y parece que no podamos dejar de pensar en nuestra ciudad.



Esta pista, la M40, sale de las urbanizaciones donde nosotros vivimos y pasa por un lugar donde hay muchas vacas, por lo que, habitualmente, montones de moscas nos molestan. Este año, sin embargo, gracias a la mascarilla, no se nos metían en la boca. Como suele decirse: "No hay mal que por bien no venga".

A veces tomamos otro camino, el que sube hacia los depósitos de agua, entre un bosque de robles, donde también hay muchas moscas. ¡Qué se le va a hacer! Así es el campo. 😊








martes, 14 de julio de 2020

DONACIONES: Sergio

Y no contentos con recaudar dinero para el proyecto "Zuloaga Rock and Bici Roll", además Fuen y Sergio nos han traído al cole una bici (de ésas que se "han quedado pequeñas y no sabes qué hacer con ellas"), la de Sergio, con el objeto de ser utilizada por los más peques.
Ésta es otra manera de ir renovando nuestras bicis antiguas. Miel sobre hojuelas.
Thanks!


DONACIONES: Fuen empieza a conseguir dinerito

La mamá de Sergio (de 4ºA) comentó en su trabajo que, en el cole de su hijo, estábamos haciendo un vídeo para recaudar fondos con los que poder renovar las bicicletas. Sus compañeros, de manera espontánea, le dieron dinero sin esperar a que el proyecto (grabación del vídeo clip, difusión por las redes, habilitación de una cuenta donde ingresar las aportaciones) estuviese concluido. ¡Apenas lo habíamos iniciado y ya empezábamos a tener dinero! Es lo que tiene que nuestro proyecto sea tan bonito, tan transformador, y que haya tanta buena gente por el mundo. Maridaje perfecto.

En la película "Dragón: La historia de Bruce Lee" (1993), hay una escena que me encanta, y es cuando él está buscando un local donde abrir su centro de enseñanza de Kung Fu y le cuenta a su chica que, cuando lanzas una piedra en un estanque, se producen, como consecuencia, ondas expansivas que van abarcando más y más espacio. En ese momento tira una piedra al suelo y dice "Ya ha empezado". Así ocurre también con nuestra recogida de fondos. Con esta aportación, la piedrecita ha sido arrojada...
Gracias a Fuen y a sus compañeros, de todo corazón.


jueves, 9 de julio de 2020

VIDEOCLIP: El Zuloaga Rock and Bici Roll empieza a rodar...

En el Zuloaga, además de las bicis, nos gusta también -entre muchas otras cosas- bailar. Por eso hemos tenido una idea: como necesitamos comprar bicicletas nuevas (porque las que tenemos están ya un poco cascadas de tantos años de uso) y para ello es preciso dinerito, vamos a hacer un videoclip en el que se vea cómo hacemos ambas cosas: montar en bici y bailar. El vídeo lo moveremos en las redes que podamos, con un número de cuenta bancaria asociado, para que todos y todas l@s que quieran ayudar puedan hacer una donación.
Por ello, en diciembre de 2019, empezamos a aprender a bailar Rock and Roll, en el gimnasio, con la magnífica "Bonnie Moronie", de Larry Williams y, a partir de febrero de 2020, comenzamos a hacerlo con el tema que ha compuesto Adolfo, un maestro del cole (es que ésa es otra: no sólo estamos aprendiendo a bailar, sino que, además, en el videoclip sonará la canción compuesta por él para la ocasión, todo un lujo...)
Una canción compuesta por un maestro del Zuloaga, bailada por niños y niñas del Zuloaga, para un proyecto de bicicletas del Zuloaga. En fin, ¿se puede pedir más?

Sí, se podría haber pedido que, apenas un mes después, no hubiese habido coronavirus, que esas miles y miles de personas no hubiesen muerto y que el mundo no hubiese tenido que pararse, y transformarse -para mal- como lo ha hecho. El proyecto ha quedado paralizado. La escuela quedó vacía y las personas tuvimos que confinarnos... No sabemos cuándo ni cómo podremos retomar este proyecto, pero no se ha muerto, sólo está en fase de letargo, esperando a que podamos volver a tocarnos, abrazarnos, bailar juntos, para resurgir de sus cenizas.
Hacen falta bicicletas nuevas en el Zuloaga pero, sobre todo, hacen falta más abrazos en el mundo. Estamos preparados para impulsar ambas cosas...
Adolfo explica cómo vamos a grabar los coros

Niños de diferentes cursos escuchan atentos

La batería con la que se ha grabado la percusión de la canción


BICICLETADAS: Apoyo a la Asociación de Vecinos La Flor, 19-6-20

Y apenas unas semanas después, el Zuloaga volvió a salir a decir "Sí, quiero" a los carriles segregados (apartados) en la ciudad para mayor seguridad de los ciclistas urbanos. En esta ocasión, los convocantes eran una asociación de vecinos de un barrio colindante: el del Pilar. Así que fue muy fácil pedalear hasta allí y sumarnos al megatranquilo paseo que se hizo: sube y baja por Monforte de Lemos. ¿Y de cierre? Una batukada por parte de Ecologistas en Acción. ¡Ah, no, perdón! Que, de cierre, hubo... ¡Heladitos y horchata!
Con este acto dimos por concluidos nuestros pedaleos zuloagueros por este -extraño, ¡uf!, extrañísimo- año escolar.

La séptima chavalería enmascarillada del Zuloaga

Sus mamis (y papi)

¿Verdad que dije Barrio del Pilar?  Ahí se pueden ver sus característicos edificios.


Dándole al bombo, al zambombo y a otros muchos instrumentos de percusión

Lectura del manifiesto

BICICLETADAS: Celebramos el Día Mundial de la Bicicleta

El día 3 de junio, después de vaaaaaarios meses de confinamiento-confitamiento por el COVID 19, y precisamente por la necesidad de establecer medidas de salud pública que, además, inciden en la vigencia de los valores que siempre hemos defendido (favorecer la actividad física para contrarrestar el sedentarismo, ofrecer un medio de desplazamiento no contaminante, etc.), un selecto grupo de zuloagueros (debería decir zuloagueras, porque fui el único chico...) bajamos al centro de Madrid a reclamar al ayuntamiento -una vez más- que, por favor, impulse el uso de la bicicleta en nuestra urbe. El acto, convocado por diversas organizaciones, asociaciones, plataformas, fue un éxito. Ahora solo falta que nos hagan caso...
¿Os imagináis un mundo en el que la calidad del aire fuera tan deliciosa como la que hemos vivido cuando hemos estado de cuarentena, pero sin estarlo? Nosotros sí. Por eso pedaleamos.


Interesante modo de utilizar una bicicleta (dada la vuelta) como soporte para el cartel

Olga, Chus e Inma, las mamis que apoyaron la bicicletada propuesta



Y, a la vuelta, una paradita para tomar algo, claro...

La asociación "A pie" también se sumó a la propuesta



Numerosos niños, acompañados de sus padres, pedalearon también en el lateral del Paseo de Recoletos.

martes, 11 de febrero de 2020

DONACIONES: Brayan

Bryan, un alumno de cuarto, ha decidido donar su bicicleta al cole. Aquí le tenéis con su máquina:


Ahora Cristóbal, de Villabikess, le va a dar un repasito (a la bici, no a Bryan) para que pueda incorporarse a nuestro banco de bicicletas, bicilentas. Bicicletas, porque todas tuvieron una abuela común, una tatarataratabuela llamada Cleta y bicilentas porque son bicis disfrutonas, que van despacito, despacito, por la ciudad, para disfrutar del paseo.



miércoles, 1 de enero de 2020

Bicibús de los Deseos 2019

Un año más, una pléyade de verdaderos creyentes en el poder de la bici como elemento transformador del mundo, nos reunimos alrededor de un árbol del barrio para rendir pleitesía a la Naturaleza, a través de nuestro respeto, nuestra tradición y nuestra esperanza. Colgamos los deseos escritos en las bonitas formas creadas por un grupo de mamis, cantamos nuestro Villancico Bicibusero (cuya letra escribió una de las mamis bicibuseras) y comimos deliciosos dulces elaborados por otra de las mamis de las familias bicibuseras. Día redondo, como nuestras ruedas, como nuestros deseos.
Todas las fotos, AQUÍ.