Pues, efectivamente, todo salió de rechupete (literalmente, por el rechupeteo de dedos en la comida). Gracias, por supuesto a todos los que lo hicieron posible y, también, a algunas familias del Zuloaga, que difundieron el evento entre sus conocidos de Escuelas Bosque y Daniel Vázquez Díaz, por lo que llegamos a ser 58 las personas que contribuimos, una vez más, a una causa solidaria ("Bicis Temporeras": cuyo objetivo es llevar, en marzo de 2024, 40 bicicletas a los asentamientos chabolistas de los trabajadores migrantes de los invernaderos de Lepe, en Huelva). Esas 58 personas, al haber contribuido con 5 euros (los niños) y 10 (los adultos) por nuestra comida (paella y, esta vez, pasta para quien la prefiriera) conseguimos recaudar 410 euros, que fueron entregados, billete a billete, a Pedro, nuestra persona de contacto del Taller Social la Guindalera, que sirve de puente con SOS Refugiados.
¿Pero fuimos directamente desde el Zuloaga a la sede de Pedalibre? No, que hacía muy bueno y queríamos pedalear un poquito más, así que lo primero fue ir al parque de El Retiro, donde los niños jugaron, escucharon la historia de la fuente de El Ángel Caído (¡Lucifeeeeeeer! 👿), hicieron una prueba de velocidad dando 6 vueltas a su alrededor (dar 666 hubiese sido, además de cansado, aburrido, y hubiésemos llegado muy tarde a la comida) y, luego, desde allí, sí, tranquilamente, enfilamos la calle Velázquez y fuimos a comer.
Una vez en Martínez Izquierdo 53 (Pedalibre), pudimos candar las bicis, comer, jugar -pues hacía un día (lamentable y afortunadamente) espectacular para la fecha en la que estábamos- y, con la calma, regresar al barrio a una hora en la que apenas había tráfico, tan ricamente.
¿Cuántos kilómetros hicimos?
Del Zuloaga al Retiro hay aproximadamente 6.
Desde el Retiro a la sede de Pedalibre, 3.
Desde allí al Zuloaga, otros 6.
Sumen ustedes, por favor, que para eso somos comunidad educativa matemativa.
Nuestros pequeños budas de la sabiduría infinita |
Siempre petamos las aceras, las farolas, los arbolillos candando nuestras bicis |
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