Esto sí que es economía circular (o, como se decía antes: aprovechar las cosas). A una niña su bicicleta se le ha quedado pequeña, así que nos la dona y pide una de préstamo para seguir haciendo el bicibús y las bicicletadas. A su vez, la bici que le prestamos procede de otras donaciones -bien sea de familias del colegio o del taller social La Guindalera-.
A medida que vamos acumulando bicicletas, se las damos a dicho taller. Ellos las ponen a punto y las derivan a algún colectivo desfavorecido. Todos colaboramos para que todos pedaleemos y disfrutemos.
Con bici al Zuloaga es más que un proyecto biciclético, es un proyecto social, humano, que se hace cada vez más grande, más profundo, como las raíces de un buen árbol. 😊
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