Se inicia (no hay mal que por bien no venga) una nueva etapa en nuestras vidas como participantes del proyecto "Con bici al Zuloaga", y ésta consiste en que algunas familias están empezando a relacionarse, a través de la bicicleta, fuera del horario escolar.
Hay varios motivos para ello: la amistad que la convivencia en el cole propicia, claro, pero también el hecho de que, en los tiempos que corren, las actividades escolares (en este caso, relacionadas con nuestro proyecto) se han visto mermadas y hay ganitas de hacer más cosas en bici.
Es maravilloso -lo mejor que nos podía ocurrir- ver que, al margen de nuestras iniciativas escolares, el proyecto impulsa otras, porque con ellas se demuestra que la semilla plantada en el Zuloaga va germinando y desarrollándose en otros lugares y momentos.
Enhorabuena a estas familias y muchas gracias por compartir las fotos de esas excursiones que, a lomos de vuestras bicis, os regaláis para seguir disfrutando de este magnífico medio de transporte silencioso, saludable, no contaminante y, como se puede ver, generador de amistad.