Un tanto atropelladamente -pero no nos importa, con tal de pasárnoslo bomba pedaleando- (¿por qué se utilizará esta palabra para indicar alegría cuando, como estamos viviendo, tiene unas connotaciones tan destructivas?) Bueno, dejemos la filología y volvamos a la bicicletería, decía que con muy poco tiempo de distancia entre la 2ª bicicletada del curso (la del día 6 de este mes) hemos de realizar la 2ª, también, de nuestro proyecto cicloturista, dado que no pudimos, debido al parón que tuvimos que vivir por Ómicron, separarlas adecuadamente en el segundo trimestre.
En cualquier caso, allá que vamos a recorrer un trecho muuuuucho más largo de lo habitual. Serán, en principio -hasta que los aparatos electrónicos marquen la cifra exacta- alrededor de 30 kilómetros de rutilla. Seguiremos preparándonos para nuestra salida de junio, ¡la auténticamente cicloviajera, con alforjas, sacos y ganas de dormir en la naturaleza!
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