Lo primero de lo primero fue entrar al cole en busca de nuestras bicicletas:
Bicis junto al aparcabicis |
Bicis en el aparcabicis |
Bicis en la penumbra, en la entrada al gimnasio |
Bicis en el gimnasio |
Bicis en la Bicijaula |
Bicis a la salida del gimnasio |
Walkyria esperando a estirar las ruedas |
y Honorata, claro, ansiosa también de tomar el aire |
Cuando ya arrancamos, tuvimos una suerte inmensa y no nos llovió, así que bajamos al Manzanares, de nuevo, por una ruta diferente a la de otros días. Ése es también uno de los objetivos de las bicicletadas: disponer de muchas rutas alternativas para, dependiendo del día (tráfico, fuerzas, ánimo) puedas elegir cuál de ellas es la que más te interesa. En esta ocasión bajamos por la Ciudad Universitaria y la Avenida de Valladolid para, tras cruzar el bonito Puente de la Reina Victoria, entrar al Madrid Río.
Los domingos por la mañana, menos mal, no hay tráfico por estas grandes vías-autopistas |
La ruta de hoy consistía en recorrer todo este parque, por lo que teníamos claro que los niños iban a disfrutar de algunas (no de todas, claro, son demasiadas) de sus zonas recreativas.
La primera fue la de los Jabalíes:
Luego seguimos hasta la de la Tirolina:
Como hacía nubladete, no había mucha gente en Madrid Río:
Continuamos hasta conectar con el Parque Lineal del Manzanares:
Donde, por fin, pudimos disfrutar de la zona más hermosa y natural de nuestro madrileño río. Árboles, cantos de aves, playitas y un carril bici segregado para recorrerlo con calma
¿Estaremos soñando?, ¿no es verdad, ángel de amor, que en Madrid también, cuando nos da la gana, sabemos hacer infraestructuras ciclistas? ¿cómo, qué me dices, que no te oigo bien?, ¿que es porque no entra en conflicto con el tráfico rodado y que en este parque no "molestamos a nadie"? Bien puede ser cierto, ángel de amor, que ésa sea la causa... Todos sabemos que, hoy por hoy, en nuestra contaminada urbe, el rey indiscutible de la calzada, la calle, la ciudad, ¡la vida misma! Es el sacrosanto coche... Pero, con todo y con eso, hay que reconocer que esta obra está bien hecha.
Luego, al final del Parque Lineal del Manzanares, cuando ya va a arrancar el Camino de Uclés, paramos. Dieciocho kilómetros desde el Zuloaga, habíamos llegado a nuestro destino:
Allá a lo lejos se adivina el camino que tantas veces he pedaleado rumbo al Parque Regional del Sureste |
Otro de los objetivos de la pedalada de hoy era enseñar un modo de "escapar" de Madrid en bici. En este caso, hacia el sur. Desde aquí las cuevas, trincheras de la Guerra Civil, Cerro de la Gavia y su poblado carpetano, Rivas, la Laguna del Campillo, ¡el Tajo! quedan a nuestra disposición ciclista. Una maravilla.
Así que tocaba reponer fuerzas, comer, jugar...
Y, tras el descanso, abordar otro de los objetivos del día (¡cuántos y qué interesantes!): como organizar los cicloviajes. Estuvimos viendo las alforjas, transportines y patas de cabra que ya han adquirido estos meses:
Y, también, anticipando lo que vamos a hacer en la tercera (y última, antes de la "gorda") salida del curso, en la que definiremos todos los cachivaches necesarios para la pedalada y pernocta de junio. Es un placer ver con qué interés las familias se están tomando este proyecto que, poco a poco, salida a salida, va cobrando forma.
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